HIGADO GRASO:

Cabello de Maíz.- Si tenemos el hígado bien delicado, un buen preventivo es el cabello del maíz, que no es otra cosa que la “pelambrera” de las masorcas. Tomar tres tazas de esta infusión al día, endúlzala con miel y con unas gotitas de Zumo de limón, y ya veremos cómo nos sentimos mucho mejor.
Lechuga y Boldo.- Otra de las grandes amigas del hígado es la modesta lechuga. Además de tomarla en ensalada, se puede preparar en decocción. Hervir cinco hojas de lechuga de las grandes, en un litro de agua durante 10 minutos a fuego lento. Beber el caldo, frio o caliente en dos tomas a lo largo del día. Otro de los más efectivos remedios naturales para el hígado es el Boldo. Esta planta posee grandes propiedades coleréticas y diuréticas, además de ser muy buena para la vesícula biliar. Es conocida como una de las hierbas Hepatoprotectoras. La manera más normal de consumirla es en forma de Infusión.
Zumos en Ayunas.- Antiguamente aconsejaban a todo aquel que sufría del hígado comer Zanahorias a diario. La mejor forma de comerlas es en Zumo y en ayunas, a primera hora de la mañana. Un buen vaso de Zumo de Zanahorias al día es un regalo estupendo. Una de las cosas que puede afectar al hígado es la formación de cólicos, que pueden llegar a ser muy dolorosos. Puedes combatirlos bebiendo zumo de Cítricos. Prueba un combinado de
Zumo de Zanahorias, Naranjas Limones y Pomelos en Ayunas.